Evening in Space
Entrevista con Daphne Guinness
(ISSUE)

Con un impresionante e inigualable historial en las industrias creativas, podría creerse que no hay nada que Daphne Guinness no haya hecho ya. Sin embargo, su auténtico y profundo amor por el arte, junto a la incesante creatividad que la caracteriza, la han llevado a reinventarse y a establecerse en el mundo de la música con una propuesta única y profunda.

Daphne nos presenta su cuarto álbum de estudio titulado Sleep, su producción más personal hasta la fecha. Fue grabado en los estudios de Abbey Road con el apoyo y colaboración de figuras importantes como Tony Visconti y David LaChapelle, quien dirigió uno de sus videos musicales.

Por ello, resulta indispensable y valioso acercarse a su propuesta musical desde el relato de esas invaluables experiencias, formas de pensar y anécdotas de una trayectoria sin par; una en la que ha convivido con algunos de los genios creativos más importantes, aquellos que, sin duda, están a la par de la propia Daphne.

Te has hecho de un nombre sumamente respetado y reconocido en la industria creativa. ¿Cuáles crees que han sido las claves para lograr establecerte y mantenerte vigente?

Es muy hermoso saber que tengan esa perspectiva de mí. Creo que ha sido la disciplina, el ejercicio, mantener un buen control de mi estado físico y un absoluto compromiso con lo que hago en tiempo y forma.

¿Qué te motiva o te mantiene curiosa al crear?

Hay muchas altas y bajas. Siempre estoy en el disentimiento entre irme a leer un libro, tomar vacaciones o retirarme, pero creo que los tiempos que vivimos merecen una respuesta. Lo que hago es mi opinión ante las turbulencias políticas, la crisis climática y los conflictos de la sociedad. Como artista, es muy fácil criticar lo que otros están haciendo, pero al menos puedes dar un punto de vista. Siento que soy una pequeña artista del underground, pero trato de ser consciente de ofrecer lo mejor que puedo como respuesta a lo que vivimos en este siglo XXI y brindar esperanza. Creo que uno debe pelear por lo que queda de nuestra civilización.

Parte de quién eres y en lo que has evolucionado tiene que ver con las personas con las que te has relacionado a lo largo de tu carrera. ¿Quién dirías ha sido esencial o de mayor influencia en tu vida?

David LaChapelle; él es mi hermano espiritual. Somos como dos hadas traviesas. Él y yo podemos pasar más de 72 horas juntos trabajando en obtener la imagen perfecta. Aunque no soy del tamaño ideal de una modelo ni me considero lo suficientemente bella para serlo, puedo concentrarme y trabajar en pulir una idea durante semanas hasta que sea perfecta.

Sin duda has aportado un gran valor a la industria artística y de la moda añadiendo parte de tu autenticidad y dando diversidad a la idea de belleza.

Creo que la clave radica en que he sido partícipe y mantengo una visión desde todos los ángulos. He sido tanto directora creativa como modelo, y, además, conozco el lado del negocio. Entiendo todo lo que puede ser hermoso desde el lado creativo, pero también soy consciente de lo oscuro que puede ser en los negocios, lo cual me disgusta un poco. Se invierte muchísimo dinero en el hype de las cosas; por eso me he dedicado a ser una observadora independiente de las artes, la moda y la música. Conscientemente, no busco dominar a la perfección estas industrias y creo que por eso no mido qué tanto impacto he podido tener sobre ellas.

La moda ha sido una parte esencial de tu carrera. ¿Hay algo que te gustaría hacer dentro de esta industria?

Di una entrevista en 2019 en el FIT y alguna vez me preguntaron si me gustaría convertirme en diseñadora de moda. Yo dije que el mundo no necesitaba otro diseñador más, pero en ese momento aún había grandes mentes. He estado diseñando mis propias prendas desde hace un tiempo. Pude trabajar con grandes como Alexander (McQueen) o Karl (Lagerfeld). He creado muchos prototipos desde hace años, aunque me he dedicado más bien a componer música. Creo que hemos llegado a un punto en donde el cliente merece una mejor experiencia. Todo tiene que ver con proporción, corte, diseño, material y color. Si puedo encontrar la forma de materializar y dar forma a todas estas cosas, lo haré. No me quiero meter en todos los aspectos financieros de ello. Tengo las ideas y creo que incluso tengo toda una primera colección en mente, que sería una contrapropuesta a lo que las marcas hacen hoy en día, que a mi parecer es terrible. Creo que actualmente Haider Ackermann es brillante, pero el fantasma de mi amigo Alexander sigue presente. Todo el mundo hace copias de lo que él hizo, pero no entienden que lo suyo tenía que ver con proporción, corte, etc. No es acerca de decorar, es acerca del corte, el fit, etc. Estoy tratando de visualizarme haciéndolo, pero en cuanto al formato de la industria de la moda, nunca fui parte de ello. Siempre he sido más independiente, una observadora que trató de ayudar y aportar.

¿Qué crees que es lo que más hace falta a los proyectos de moda actuales?

Creo que todo debe tener una razón de ser, como todo en la vida. Es una decisión importante comprometerte de verdad con algo. Además, te tienes que preguntar por qué estás haciendo lo que haces, desde lo que comes hasta cómo te vistes, así como cuestionarte sobre todos tus objetivos. Siento que hay muchas faltas en este mundo posmoderno. No hay un objetivo concreto más allá del dinero. El dinero es importante, pero no hay una filosofía real. La cultura solía ser algo importante en Inglaterra, y ahora es inexistente. Una sociedad fuerte tiene una producción igual de fuerte en arte y poesía, y entonces tienes una civilización también fuerte. Si cortas el arte, no hay meta final. Debe haber un principio, medio y fin en lo que hacemos.

¿Crees que la definición de tu estilo y música se ha visto influenciada por la convivencia tan cercana a otras expresiones artísticas?

¡Sí, claro! Lo que acabas de mencionar es justo lo que hago. El arte es una conversación, y no solo se trata de establecerla contigo mismo. También debes compartir con los demás, porque si no, es como tener puros espejos que solo te reflejan a ti. Debes ser capaz de crear, dándole la oportunidad al escucha de tener un juicio propio de lo que haces. Se siente un poco incómodo compartirlo, pero no puedes quedarte estática. El arte en el pasado se inició como una conversación entre artistas. En el mundo de la moda hasta quizás el 2012, tenías a John (Galliano), McQueen, Jean Paul Gaultier y Lacroix conviviendo y mostrando su trabajo al mismo tiempo. Los diseñadores mostraban el trabajo de otros diseñadores, así que aprendí de ellos. Era una conversación y ahora es mucho más acerca del dinero y de las grandes marcas. El arte de la moda debe ser acerca de intentar guiar la forma humana a través de una narrativa que haga sentido, lejos de todas estas cosas extras que pasan por encima y que ocasionan muchas veces un problema de continuidad de concepto.

En la actualidad, ¿hay alguien que consideres con una propuesta interesante?

Tendría que analizarlo con detalle, pero la verdad es que he estado evadiendo mi teléfono, aparte de usarlo exclusivamente en lo que se refiere a mi producción musical. Aunque estoy segura de que debe haber algo por ahí. Hay un muy buen diseñador en París llamado Victor Weinsanto. Para mí, debe haber una propuesta desde la tela, la construcción y el color. Podría hacer un ensayo sobre la importancia del color porque creo que la inmediatez ha hecho que remuevan parte del proceso, desde la forma en la que hoy producen los teñidos. Entonces, he preferido concentrarme en escribir la canción perfecta. El mundo ha cambiado, porque es una versión sintética. He pensado que eso es lo que me ha llevado a tomar elecciones como el hecho de que hoy mi estilo se basa en vestir únicamente en blanco y negro porque los colores están mal hechos y tengo una mala reacción a ellos.

¿Qué fue lo que te hizo moverte a la música?

Siempre fui una música. He sido cantante desde una edad muy temprana, de música clásica e hice performance de ópera. Sabes, con mi historial y mi nombre fue muy difícil hacerme paso. Aunque tengo buen registro de voz operística, soy pequeña. Di seguimiento a todo el proceso para convertirme en una cantante de ópera, pero luego me casé y tuve hijos, lo que me hizo muy feliz. Pero como cantante, tu diafragma baja y pasas por muchos cambios. No soy alguien a quien de hecho le guste estar bajo el spotlight. Me siento mucho más cómoda siendo directora, eso me hace muy feliz; poder formar parte de todo el proceso. Yo escribo mis propias canciones y eso ha sido la motivación para entonces cantarlas. Mi meta final en realidad ha sido poder crear una obra de arte musical que tenga valor. Eso me hace sacrificar con gusto mi paz mental por lograr crear dos líneas de perfecta poesía.

¿Dónde encuentras entonces la inspiración para crear música actualmente?

Por ejemplo, escribí una canción la semana pasada que tomó tan solo 5 minutos terminarla y otros 10 en encontrar la forma de hacer el performance. En realidad, es bastante sencillo. A veces lo que me inspira es una palabra o incluso una sílaba. Crear música es algo basado en simplicidad para mí, aun cuando mi formación es muy profunda, muy clásica y barroca.

¿Crees que toda esa formación te haya simplificado el proceso para saber hacia dónde dirigir tu proyecto musical?

¡Sí, mucho! Mi primer álbum tiene una canción que se llama “Evening in Space” y tiene 54 cambios de acordes, lo que la hace casi imposible para muchos guitarristas, pero así fue como surgió la canción. Mi música es muy retadora para cualquiera que la quiera replicar. Por eso estoy agradecida con cualquiera que siga lo que hago porque no es sencillo, es mucho. La música actual se basa en tres o cuatro acordes, es por eso que todos se andan demandando porque son muy similares. Hoy la industria no tiene una propuesta interesante desde su proporción y estructura. A mí me gusta más la estructura musical compleja y estoy en contra de la música construida como legos; aunque esto no es una crítica, sino una observación. La mayoría de mis canciones son una ópera condensada, entonces tienes un primer acto, segundo acto y tercer acto, quizás un interludio y un cuarto o quinto. Quiero que mis ideas en la música te hagan viajar en cada etapa hasta llegar al punto final.

¿Dirías que tu proceso creativo para crear un álbum tiene que ver con pensar en un “todo” más que en canción por canción?

Sin duda me gusta pensar en un todo, es como crear una película. Tienes que pensar en lo que quieres decir. Sabes, creo que soy buena yendo directo a lo que quiero decir con palabras, pero pienso en que cada cosa que aparezca en una canción debe tener una razón para estar ahí. Si algo no aporta, lo elimino. Me gusta la eficiencia del lenguaje en la música.

¿Qué particularidades podrías compartirnos de tu último lanzamiento: Sleep?

Que hay varios significados escondidos en cada una de las líneas de las canciones. De hecho, lo que me gusta mucho de este álbum es que me hace reír porque tiene muchas bromas personales y locales. Es increíble ver cómo la gente a veces reacciona a ello, porque incluso aquellos que han trabajado conmigo no lo notan a primera vista.

¿Crees que hay algo que aún te falta por intentar?

Me gustaría hacer un gran filme de música o una colección de moda perfecta, pensando en lo que hace falta para los consumidores hoy en día. El mundo es una locura, la moda es una de las industrias que más contamina y me gustaría poder darle al mundo algo que tenga un verdadero significado y valor, que haga a la gente feliz. Me gustaría compartir algunos de los diseños que he pensado, esa colección que ya existe en mi cabeza y que haría sentir mejor a la gente. Pero realmente en estos tiempos tan retadores, donde cada vez tenemos menos substancia, no es fácil. Deberíamos estar trabajando con lo ya existente. Espero poder hacer una contribución pequeña pero valiosa.

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