GAP x SANDY LIANG
Una entrevista con Sandy Liana sobre su nueva colección con Gap
(FASHION)

Sandy Liang explora la tensión entre el gesto poético y la función cotidiana. Su práctica se alimenta de materiales y símbolos que en el contexto editorial adquieren un aire de fábula, pero que en el día a día se convierten en uniformes íntimos, prendas para habitar la memoria. Con GAP, la diseñadora activa ese contraste en un terreno nuevo: reescribir los códigos universales del denim, los khakis y el logowear a través de una mirada que entiende la nostalgia no como repetición, sino como lenguaje vivo.

En conversación con DNA Magazine, Sandy habla del archivo, la infancia y la forma en que lo mágico puede habitar lo práctico.

He sido seguidora de tu marca desde el principio. Soy una gran fan, así que esto es muy importante para nosotrxs en DNA magazine. Felicidades por tu colaboración con GAP.

Muchas gracias.

Me encantaría comenzar por tu proceso creativo. ¿Cuál fue el proceso de investigación detrás de la paleta de color, telas y los detalles finales de la colección GAP x Sandy Liang?

Cuando hicimos el moodboard de la colección, miré mucho el camino que ha trazado mi marca y también regresé hacia mi propia experiencia con GAP que básicamente crecí usando la marca. Así que esas fueron las dos cosas que estuve observando, como lo que he hecho en el trabajo de edición de mi marca y los recuerdos de lo que era para mí comprar en GAP. Fue como una especie de combinación de ambas experiencias. 

Parece ser que la colección revisita la herencia de GAP a través de tu lenguaje. Cómo fue que reinterpretaste los icónicos códigos de GAP como la mezclilla, los khakis o el logo, con tu propio lente?

Sí. Cuando me encuentro con esas telas, siempre pienso en GAP. Fue muy divertido reimaginarlas a mi propia manera. 

Combiné muchos elementos como normalmente lo haría y estuve pensando mucho en piezas de exterior, porque cuando comencé mi marca, quería que estuviera más enfocada en piezas de outerwear. Fue muy importante para mí trabajar en esas piezas, y fue algo muy sólido para la colaboración, especialmente por la accesibilidad de los precios. Yo creo que algunas de esas piezas son mis favoritas de la colección. 

¿Había alguna pieza particular del archivo de GAP que funcionó como tu punto de partida o tu musa para esta colaboración?

No recuerdo si había una en particular. Sí quise partir de la mezclilla y de ahí dejarme ir. Para mi marca no he desarrollado tantas piezas con mezclilla. Y así fue, supe que iba a ser muy divertido poder jugar con los recursos de GAP y con la historia de la buena calidad de mezclilla. 

Pensándolo, yo creo que la chamarra de mezclilla y los jeans. El fit de los pantalones es exactamente el que quiero usar todo el tiempo. Es como el corte de un carpintero. Para lograr el acabado, tuve que buscar piezas del archivo vintage como referencia. Así que, sí, Yo creo que la mezclilla es el elemento al que le di todas las vueltas. 

¿Cómo es que lograste balancear ese sentido del estilo clásico de GAP con tu estilo auténtico e individual que todxs conocemos?

Sí, estuve pensando mucho en eso. Amo la ropa que sí es usable. Por ejemplo, yo sé que para los desfiles, los shows y los momentos editoriales se confeccionan piezas muy divertidas. 

Pero creo que, en mi centro, yo soy una persona muy práctica y amo estar cómoda. Cuando compro una pieza, adoro sentir que me durará toda la vida y no solo para una ocasión. Para mí, piezas así “brillan” y eso me emociona mucho.  

Con GAP, como la marca más cómoda y accesible, fue muy divertido repensar mis propias piezas desde ese lugar. Creamos siluetas clásicas y le agregamos mi propio detalle, y eso no le quita para nada su iconicidad. Convertimos ideas auténticas en la ropa más usable, sencilla y, en realidad, la más especial porque es realmente muy loco haber logrado esta colaboración. Me divertí mucho. 

¿Qué pieza de esta colaboración te resulta más personal, casi como un amuleto?

Yo creo que todas las piezas infantiles, solo porque soy una madre primeriza. Y también porque, cuando empecé a usar ropa de GAP, yo misma era una niña, y mi madre me compraba ropa de BABY GAP. 

Esas piezas se sienten extra especiales para mí en este momento de la vida. Además, solo al usar la palabra “baby” pero en la clásica tipografía de GAP es lo que realmente había visionado para la colaboración, un poco gracioso, muy tierno y solo muy GAP. Así me fusioné. 

Y más allá del producto, ¿qué historia o sentimiento esperas que la gente se lleve de esta colección? Para las personas que te van a conocer a través de esto, cuál sería la energía que les quieres comunicar? 

Creamos un video que encapsula la narrativa perfectamente. Es sobre soñar, sobre regresar a tu infancia y no tener ningún límite. Y fantasear con cómo será tu vida de adulto, un poco como un descanso mágico entre la niñez y la adultez. Para mí, cuando pienso en GAP, pienso en las prendas de GAP KIDS que solía usar. Eso me hace sentir muy lindo internamente. 

En ese sentido, ¿dirías que la nostalgia es, para ti en esta etapa como diseñadora, un refugio o más un lenguaje estético?

Creo que siempre ha sido un escape y, a la vez, algo que realmente nunca podré alcanzar. Quizá por eso es una fuente constante de inspiración porque siempre hay alguna memoria que quiero recordar o dejar de lado un rato y volver a digerirlo. Y cada vez que lo hago, siempre hay un intento para llegar a ese estado infantil de asombro y libertad. Más ahora que nunca, ahora que soy mamá.

¿Tienes referencias específicas como algún cómic o personajes de caricatura con los que sientas conexión? Yo siempre estuve conectada con Sailor Moon.

Claro, veía mucho la televisión en mi infancia. Siempre hago el chiste de que la TV fue mi tercera figura parental. 

También leía muchos libros y me gustaban los cómics. Definitivamente Sailor Moon estaba en mi rotación. Creo que, mientras más crezco, me siento más conectada con las películas de Studio Ghibli. Hay algo tan, sigo diciendo la palabra “mágico”, pero es verdad; estas historias animadas reflejan a personas de verdad a través de algún elemento fuera de este mundo. Creo que la imaginación crece y te mueve, especialmente cuando somos niñxs. 

Cuando diseñas, piensas primero en la pieza como un objeto o como una emoción? 

Definitivamente la pienso primero como un objeto, porque se vuelve una cosa tangible en frente de mí y me cuestiono cómo se sentirá usarlo, para mí, y cómo se sentirá que los demás lo usen también. 

Y, al mismo tiempo, pienso en la universalidad de la historia y en la emoción que intento manifestar. Pero creo que mi primer instinto es ver la ropa desde la perspectiva de quien la adquiere. Como, si voy a la tienda, ¿qué me llama la atención? ¿Conozco a alguien en mi vida que le amaría esto?

¿Qué consejo le darías a alguien que está comenzando algún proyecto creativo al terminar la universidad? 

Yo diría: no te rindas y pregúntate si puedes visualizar cada parte de tu marca. Sigue tu instinto y sé inocente porque, y se lo digo a muchas personas, si yo hubiera empezado mi proyecto sabiendo todo lo que implicaría, todo el trabajo, pruebas y esfuerzos, probablemente no lo hubiera empezado. Ahora que soy un adulto, creo que hay que tomar ventaja de nuestra inocencia mientras la tenemos, y mientras tenemos la oportunidad de “equivocarnos”. Hay que ir por ello y creer en uno mismo.

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