Alfredo Martínez SS25
Inspiración en el trago Sweet & Sour de Johnnie Walker Black Ruby
(FASHION)

El pasado 18 de octubre, dándole un espléndido cierre a Fashion Week México, el diseñador Alfredo Martínez presentó su colección de piezas y atuendos que rinden homenaje a la icónica artista y poeta mexicana Carmen Mondragón, mejor conocida como Nahui Ollin. Celebrando la libertad, la sensualidad y el empoderamiento femenino, Alfredo exploró una línea que desafía las convenciones de su tiempo por medio de colores rojos y rosas que simbolizan la pasión y suavidad del espíritu femenino. 

Inspirado en el trago Sweet & Sour de Johnnie Walker Black Ruby, el diseñador exploró una silueta con la misma línea de la colección, inspirada en Carmen Mondragón, apoyándose en la Inteligencia Artificial para traducir las texturas, los sabores y los ingredientes de Black Ruby. En su proceso creativo, Alfredo transformó todos los elementos esenciales de la bebida en una pieza auténtica impregnada de audacia y elegancia. Gracias a su filosofía de creación, Alfredo rebasa sus propios límites con cada diseño y su ánimo por innovar supera las expectativas en el mundo de la moda. 

El desfile inaugural deslumbró con una de las piezas más emblemáticas de la colección: un impresionante vestido en tonos rojo y rosa, que evocan la pasión y la delicadeza femenina. La modelo y cantante Daniella Valdez fue la encargada de llevar esta obra a la pasarela, dejando una huella imborrable en el evento.

La paleta de colores de esta colección está cuidadosamente diseñada para reflejar las múltiples facetas de la vida y obra de Carmen Mondragón. El negro, profundo y misterioso, evoca el enigma y la intensidad de su mirada. El blanco, puro y etéreo, simboliza su lucha por romper barreras y su deseo de libertad creativa. Sin embargo, el rojo es el color protagonista, representando el corazón palpitante de la colección y de la vida apasionada de la artista. También, Alfredo introduce tonos plateados, aportando una sensación de modernidad y sofisticación, mientras que los matices nude, crema y camel anclan las piezas en una naturalidad terrestre, evocando la calidez de la poesía y la pintura de Mondragón. 

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