Cartier presentó su nueva colección de Alta Joyería, En Équilibre, con una celebración en Estocolmo que combinó arte, paisaje y precisión. La Maison eligió el icónico museo Artipelag, ubicado sobre las aguas del archipiélago sueco, como escenario para revelar estas piezas únicas: una declaración de armonía entre forma, color y contraste.

La colección explora el equilibrio como concepto estético y técnico. Líneas depuradas, volúmenes contundentes, combinaciones cromáticas inesperadas, espacios entre llenos y vacíos: todo responde a una búsqueda de precisión absoluta. Aquí no hay exceso, solo la tensión justa entre opuestos. Simetría y asimetría, sencillez y extravagancia, tonos sutiles y acentos audaces coexisten para dar lugar a una belleza que se sostiene —literalmente— en equilibrio.

Estocolmo no fue una elección casual. Ciudad de diseño, minimalismo y creatividad, encarna esa misma dualidad que Cartier quiso capturar: la fusión entre lo natural y lo urbano, lo tradicional y lo contemporáneo. Una estética de lo esencial, donde cada elemento tiene su lugar. Nada sobra, nada falta.

La celebración comenzó en el edificio histórico de Nacka Strandmässen, con una muestra íntima de la colección y una demostración en vivo del savoir-faire detrás del collar Panthère Dentelée. El evento continuó en Artipelag, un espacio suspendido entre la arquitectura y el paisaje, al que los invitados —entre ellos Deepika Padukone, Anna Sawai, Zoë Saldaña y Alexander Skarsgård— llegaron por agua.

Las joyas fueron presentadas en un tableau vivant, con modelos vestidas en creaciones de Giambattista Valli guiando el paso hacia la cena de gala. La noche cerró con un show en vivo de la banda canadiense The Beaches y un DJ set de Dorion Fiszel.