En los valores de Dior no se perdona la ausencia de artesanía; es por eso que, en el atelier de la maison, se procura cada detalle del proceso de elaboración de piezas: desde el diseño, hasta el producto finalizado. Bajo este marco, el equipo del taller ha procurado la excelencia detrás de cada costura que compone sus piezas, así como el diseño aplicado en sus colecciones. Celebrando el valor artesanal del legado de Dior, la nueva colección Fall Winter 2024 protagoniza la historia de su línea Miss Dior, explorando nuevas salidas con las siluetas y el icónico print que embellece sus diseños.
Con motivo del espíritu parisino de la década, una tarde de septiembre de 1967, la maison presentó su primera línea prêt-à-porter, bautizada Miss Dior, con un concepto que impactó la forma de vestir de las mujeres. Philippe Guibourgé, asistente de Marc Bohan, entonces director artístico, llevó el diseño a un modo de uso más accesible, cuyo valor principal fue mantener la elegancia característica de Dior, innovando con frescura, juventud y creatividad. Las piezas esenciales de la línea abrieron el camino de la marca a una faceta llena de abrigos cortos, vestidos rectos, pantalones cortos bordados y faldas plisadas, revelando una variedad de colores, adornados con cuentas y lentejuelas. Este nuevo capítulo celebra el carácter multifacético y universal de lo que se concibe como femenino, alcanzando reconocimiento global y atemporal. Ahora, con el legado del renombrado Christian Dior, María Grazia Chiuri se ve en la posición de reflexionar sobre la transición en la perspectiva del mundo de la moda a finales de los años sesenta.
Durante este proceso histórico, el diseño abandonó el taller para confiarse en una reproducción más inmediata, por lo que el desafío de las marcas se adaptó al ritmo de la moda y el estilo de vida que este conlleva. En el contexto dinámico de una sociedad cada vez más compleja y en constante cambio, la mirada se transformó del paisaje del cuerpo al paisaje del mundo. De este modo, la cultura visual reunió arte, moda, arquitectura y música para idear una forma de expresión sin precedentes.
La artista y diseñadora Gabriella Crespi fue una fuente de inspiración para Marc Bohan, así como para Maria Grazia, quien la ve como un símbolo de esa generación pionera de mujeres independientes, decididas a hacerse un nombreha a través de su trabajo. Hoy en día, Dior celebra las formas y los materiales que impulsaron una nueva forma de vestir cuando se abrió la boutique Miss Dior en París, uniendo a numerosas mujeres en una comunidad valiosa e imprescindible para la industria.
En los diseños se rescatan las siluetas libres y fluidas que facilitan el movimiento hacia nuevos horizontes. Los colores, que hacen eco de la gama de Marc Bohan, incluyen blanco, naranja, rosa, verde neón y tonos camuflados en el maquillaje. Las prendas elegidas son de cachemira doble y gabardina, incluidos pequeños vestidos, pantalones, abrigos, chaquetas y faldas con corte por encima de la rodilla. El logotipo de Miss Dior está representado como una firma-manifiesto en una paleta de azules, rojos y marrones, uniendo de forma cíclica la contemporaneidad de la marca con los elementos de su patrimonio.
A través de bordados con más de 800 horas de trabajo –sin contar el tiempo de la confección de la pieza– esta colección refleja su valor artesanal en elementos con bordados suspendidos en los escotes, joyerías y la creación de diversas piezas. Desarrollado por docenas de modelos en telas tejidas y de punto, y compuesto por cuentas y trompos intercalados, en ocasiones, el bordado pende sobre el escote, resultando en una pieza muy gráfica y moderna que evoca la transición icónica de los años sesenta. El símbolo tiende a interpretarse desde un motivo surrealista, pues las perlas adornan el collar bordado de forma barroca gracias a sus irregularidades, inmersas en el racimo floral de hilos metálicos. También hay piezas que encarnan elementos labrados con lentejuelas, encajes frívolos, joyas con garras y abalorios, creando una atmósfera de antigüedad, emplazada en los años veinte.
Esta colección reúne los méritos primordiales de Dior: reconocer el valor de la historia de la moda y sus símbolos, así como el crear elementos nuevos que se adapten a la perspectiva contemporánea, rescatando los fundamentos de la marca y embarcándose en un viaje de elegancia, artesanía, diseño e identidad.