En el marco de la celebración de los 80 años de la compañía Limón Dance Company, el coreógrafo y bailarín mexicano Diego Vega Solorza estrenó con éxito su nueva obra Jamelgos, celebrando su presencia como el segundo coreógrafo mexicano en crear para el repertorio de la agrupación.
El programa conmemorativo, disponible hasta el 19 de octubre, propone un diálogo intergeneracional que celebra ocho décadas de danza moderna revolucionaria a través de funciones que amplifican las voces de nuevos coreógrafos fortalecen el vínculo entre Nueva York y México.
Gracias a la amplia y potente trayectoria del coreógrafo, la comisión fue realizada por la Fundación de Danza José Limón y Dante Puleio, director artístico de la compañía, con apoyo del Fondo Joyce Stephen y Cathy Weinroth para Nuevas Obras y el Fondo de Innovación Limón, junto a las Fundaciones Howard Gilman y Arnhold. Además, La partitura original es de Ebe Oke, en coencargo con Artis Nápoles y la Filarmónica de Nápoles, y el vestuario fue diseñado por el mexico-estadounidense Julio César Delgado.
Diego ha encontrado un vínculo con el bailarín, coreógrafo y maestro José Limón, no solo en el origen de sus raíces geográficas y culturales, sino también en su valor transgresor, que inunda las venas de ambos artistas contemporáneos.
La obra refleja la naturaleza de un cuerpo agotado y forzado a la resistencia como un manifiesto hacia la dualidad de la masculinidad: un caballo que encarna el símbolo de la fuerza, virilidad y vigor, en decadencia, vencido por el desgaste, pero aun en movimiento.
Para Diego, es urgente resignificar la fragilidad de los cuerpos que habitan el margen de la hegemonía. “Es una pieza que se escribe desde la herida, sí, pero también desde el deseo de imaginar otra realidad”.