El último mes del año es un tiempo para compartir, sembrar amor y disfrutar de la compañía de nuestros seres más queridos.
Este cierre de ciclo da lugar a la oportunidad para empezar con nuevos propósitos un nuevo año. Este lienzo en blanco rescata el ánimo de mirar la vida con otros ojos, de aprovechar cada instante, de sentir cada rincón, cada sonido y cada textura.
Nos llena de felicidad conectar con todo lo que nos rodea, y deseamos que este próximo año sea un año de abundancia para las personas con quienes trabajamos, convivimos y compartimos.
Con esta mirada de amor, deseamos que cada prenda que traigamos sea creada y elaborada con esa misma intención. Creemos firmemente que la felicidad y el cariño son energías que conectan, y qué mejor manera de llevarlas que a través de lo que vestimos, todo el día.
Para darle un cierre de broche de oro al año, aquí compartimos nuestras marcas mexicanas favoritas, ideales para regalar esta Navidad, donde cada hilo, cada confección y cada tela es apasionadamente considerada por las mentes brillantes que diseñan sus piezas.
Estudio 1999
Es una propuesta concebida por Ileana León que, entre el cariño y la nostalgia femenina, da vida a creaciones únicas utilizando materiales dead-stock o de segunda mano. Se especializa en trabajar con prendas preexistentes y pequeños lotes de telas descontinuadas, transformándolos con cuidado y creatividad para ofrecer una nueva oportunidad.
ULIEEM
La iniciativa creada por Alejandra Mijangos, y confeccionada con esmero en los talleres familiares de la Ciudad de México, es un homenaje al arte artesanal y al trabajo que se realiza con amor y dedicación. Cada pieza, elaborada a mano con un cuidado meticuloso, refleja no solo la habilidad, sino también el corazón y la pasión que se infunden en cada detalle. Los materiales, cuidadosamente seleccionados y adquiridos en comercios locales, no solo cuentan con una historia propia, sino que también apoyan la economía de la comunidad.
RGB ARCHIVE
El proyecto de Rebecca Garrido nació como un ejercicio profundamente personal, una manera de liberar sus emociones y encontrar catarsis a través de la costura experimental (lo que ella llamó “the breaking and the mending”). Su transformación en el proceso a través del cual comenzó a conocerse a mí misma, dando permiso para experimentar sin la presión de un fin o un cliente específico.