Una vez más Schiaparelli nos ha sorprendido con su increíble visión vanguardista, siendo por excelencia la casa de moda más surrealista, Daniel Roseberry decide llevar dicho legado aún más lejos incluyendo una iconografía contemporánea en la que no solamente se mezclan los característicos aspectos oníricos de Schiaparelli sino también esta visión distópica y modernista que tanto caracteriza nuestros tiempos.
Con este gesto Roseberry plasma un sello personal sin dejar atrás los significativos guiños a Elsa Schiaparelli y por consecuencia a la moda deco. Creando un hilo conductor sobre el acelerado y tecnológico proceso por el cual la humanidad se encuentra transitando. La colección es un espejo de la sociedad, con esta representativa nostalgia por el pasado vista desde nuestro acelerado presente; algunos de los looks más destacados entorno a este tema son el look seis de “The Mother”, que consta de un total white look y un bebé robot recubierto con cristalería Swarovski y microchips, o el look 20 el cual tiene una cierta influencia en la colección Zodiac (1938-1939) la cual se caracteriza por sus portentosos bordados, pero a la par posee un distintivo paliacate en color negro el cual hace una magnifica disonancia y un diálogo entre el concepto de ambas temporalidades, asimismo del tiempo, característico de Roseberry y de Elsa Schiaparelli.
Podemos apreciar las piezas que claramente siguen representando en su totalidad la clara visión de Elsa Schiaparelli, como es el caso del vestido inspirado en el Skeleton dress creado en colaboración con Salvador Dalí en 1936 y que en esta ocasión apreciamos en una tonalidad dorada y con terminación en flecos.
En esta colección la monocromía domina la gran mayoría de los looks, haciendo combinaciones entre los crudos y los negros.
Todos se relaciona de la forma más surrealista posible pues dicha temática también adquiere un carácter particular en el gran interés que Elsa Schaiaparelli tenía por el futuro, el espacio y la relación que estos representan a la hora de su traducción plástica, en este caso creada por Daniel Roseberry manifestando ambas visiones que culminan con una temporalidad metafísica que podemos apreciar en la elegancia del mundo de la moda.