El origen de los anillos se remonta al siglo XV y principios del XVI, en distintas civilizaciones y culturas, como la griega, egipcia e iraní, muchos creían que esta pieza poseía una ventaja espiritual. Con el paso del tiempo, este ornamento adquirió distintos significados hasta llegar a nuestra actualidad, en donde un anillo representa un vínculo cercano a la persona que lo porta. A veces es meramente decorativo, pero en la mayoría de los casos, tiene un significado profundo e íntimo. Su forma misma, carga de significado su uso, un anillo representa intrínsecamente el infinito, el eterno retorno, ya que regresa constantemente a su punto de partida.
En los años 20, el Art déco estaba en su esplendor, y los anillos solían tener piedras preciosas incrustadas con diseños geométricos y abstractos. El anillo Trinity cambió el rumbo de la joyería desde su aparición, ya que fue una pieza minimalista y modernista en medio de este movimiento. Diseñado por Louis Cartier en 1924, consta de tres argollas interconectadas y móviles, inicialmente desarrolladas en platino y posteriormente en tres tipos de oro. A partir de una pieza convencional para la época, como un anillo, el joyero revela la belleza de una forma, la simplicidad y complejidad de un círculo; una línea depurada con exactitud de proporciones y forma. Una creación que integra la noción de confort y se basa en la búsqueda de la ergonomía y la consideración de la función del objeto. Todo se basa en la fluidez de los anillos móviles —redondos por fuera, lisos por dentro— que se deslizan unos sobre otros, se superponen y se ensamblan.
“Para reinventar Trinity empezamos por el principio: tres oros para tres anillos independientes pero inseparablemente entrelazados. Tres en uno y uno en tres. Pero también por la emoción que emana de su rotación… Guiados por estos valores sagrados, quisimos capturar la esencia absoluta del original, mediante una fórmula única y aún más creativa”
– Marie-Laure Cérède, directora creativa de joyería y relojería
Trinity ha sido un símbolo atemporal, y una pieza única para muchas personalidades como: Grace Kelly, Alain Delon, Cary Grant, Nicole Kidman, Kate Middleton, Jean Cocteau (quien usaba dos anillos apilados en su dedo meñique), Romy Schneider, Kylie Jenner y Gary Cooper, convirtiéndose en una extensión de su estilo. Esta pieza de Cartier ha trascendido el tiempo, adaptándose a distintas generaciones como un clásico.
Este anillo ha recibido distintas interpretaciones, referenciando diversas formas de apropiárselo. Con cada interpretación, el anillo se convierte en parte de uno mismo. Algunos de los significados otorgados por distintas personas durante estos 100 años han sido: la Santísima Trinidad, el tiempo (presente, pasado y futuro), los anillos de Saturno, la fidelidad, el amor y la amistad, el amor eterno. Seguramente en los años venideros continuará adquiriendo nuevos significados.
“El anillo Trinity modular, es el resultado de un enfoque contradictorio del diseño: construcción y luego deconstrucción. Como en un puzzle kumiki, en el que cada pieza de madera encaja perfectamente, imaginamos los anillos de Trinity entrelazados para formar una estructura única, y luego hicimos ingeniería inversa para deconstruirla en tres partes. Una solución que, naturalmente, crea múltiples formas de llevar el mismo anillo, lo que hace que esta versión de Trinity sea tan contemporánea como universal. Lleva el anillo en perfecta fusión para un look discreto durante el día, y luego libera los anillos por la noche para revelar los diamantes”.
– Marie-Laure Cérède, directora creativa de joyería y relojería
En 2014 el anillo evolucionó a una sola argolla incrustada con diamantes “Trinity Ruban Solitaire” inspirado en el amor, una línea sin fin, celebrando un lazo eterno. En la actualidad, sigue siendo un símbolo que evoluciona con el tiempo, encontrando nuevas formas de desafiar su silueta, y de seguir siendo protagonista en la vida de muchas personas. Este año Cartier presenta una nueva versión de la silueta Trinity, la misma esencia reinterpretada. La intención con esta nueva interpretación, es crear diseños sencillos y depurados como modernos, reeditando la pulsera XL de la década del 2000, una auténtica pieza de culto, presenta una versión XL del emblemático anillo, y una versión cuadrada del mismo. Cartier va todavía más allá y ofrece un manifiesto creativo con una versión que es a la vez, singular y plural. Una versión modular, disponible a partir de marzo de 2024, capaz de formar un solo anillo ancho y generoso, o tres, según se desee. Los tres anillos superpuestos se despliegan como un juego de estructuras, revelando sus diamantes al compás del movimiento.