Las transformaciones se han sembrado en las venas más profundas del espíritu y con ellas las fibras de la sensibilidad explotan aun más.
En estos últimos días de octubre se siente lo oscuro, la naturaleza de la muerte se fija en el terror, los espantos aparecen, los temores cobran vida y se manifiestan en palabra.
En el deseo de encarnar la esencia de la muerte, te dejamos nuestras versiones perfectas de piezas, items y prendas acompañados de poemas.
Muerte serena
La santidad de la muerte, Amado Nervo
La santidad de la muerte
llenó de paz tu semblante,
y yo no puedo ya verte
de mi memoria delante,
sino en el sosiego inerte
y glacial de aquel instante.
En el ataúd exiguo,
de ceras a la luz fatua,
tenía tu rostro ambiguo
quietud augusta de estatua
en un sarcófago antiguo.
Quietud con yo no sé qué
de dulce y meditativo;
majestad de lo que fue;
reposo definitivo
de quién ya sabe el porqué.
Placidez, honda, sumisa
a la ley; y en la gentil
boca breve, una sonrisa
enigmática, sutil,
iluminando indecisa
la tez color de marfil.
A pesar de tanta pena
como desde entonces siento,
aquella visión me llena
de blando recogimiento
y unción…, como cuando suena la esquila de algún convento en una tarde serena…
Espectro adolorido
The Apparition, John Donne
When by thy scorn, O murd’ress, I am dead
And that thou think’st thee free
From all solicitation from me
Then shall my ghost come to thy bed
And thee, feign’d vestal, in worse arms shall see;
Then thy sick taper will begin to wink
And he, whose thou art then, being tir’d before
Will, if thou stir, or pinch to wake him, think
Thou call’st for more
And in false sleep will from thee shrink;
And then, poor aspen wretch, neglected thou
Bath’d in a cold quicksilver sweat wilt lie
A verier ghost than I.
What I will say, I will not tell thee now
Lest that preserve thee; and since my love is spent
I’had rather thou shouldst painfully repent
Than by my threat’nings rest still innocent.
Cuando por tu despecho, ¡oh inmoladora!, esté muerto,
y libre te creas ya de todos mis asedios, vendrá entonces mi espectro hasta tu lecho
y a ti, vestal farsante, en peores brazos hallará.
Parpadeará entonces tu enfermiza llama, y aquel, tu entonces dueño, fatigado ya,
si te mueves, o intentas despertarlo con pellizcos, pensará que pides más, y en sueño simulado te rehuirá, y entonces, álamo tembloroso, menospreciada, abandonada, te bañarás en gélido sudor de azogue, espectro más real que el mío propio.
Lo que diré no he de decirlo ahora, no vaya eso a protegerte. Desvanecido ya mi amor, antes quisiera verte con dolor arrepentida que, por mis amenazas, inocente.
Juegos y hechizos
Song of Witches (Macbeth), William Shakespeare
Thrice the brinded cat hath mew’d.
Thrice and once the hedge-pig whined.
Harpier cries “‘Tis time, ’tis time.”
Round about the cauldron go;
In the poison’d entrails throw.
Toad, that under cold stone
Days and nights has thirty-one
Swelter’d venom sleeping got
Boil thou first i’ the charmed pot.
Double, double, toil and trouble;
Fire burn, and cauldron bubble.
Fillet of a fenny snake
In the cauldron boil and bake;
Eye of newt and toe of frog
Wool of bat and tongue of dog
Adder’s fork and blind-worm’s sting
Lizard’s leg and howlet’s wing
For a charm of powerful trouble
Like a hell-broth boil and bubble.
Double, double, toil and trouble;
Fire burn, and cauldron bubble.
Cool it with a baboon’s blood
Then the charm is firm and good.
By the pricking of my thumbs
Something wicked this way comes.