Territorios metafísicos
Entrevista con Yvonne Venegas
(CULTURE)

Yvonne Venegas se encontró en una exploración profunda de los orígenes, que marcaron las emociones que han transitado por su vida; desde la orfandad de su abuelo y la herencia energética de esta situación, hasta conexiones extrasensoriales con amigas, que han dejado este plano terrenal, seguido, del entendimiento de la madurez de su carrera fotográfica post inicios de la maternidad, dando como resultado un retorno expositivo en la ciudad de méxico con “mar de cortés”. La sensibilidad que Yvonne ha puesto en su práctica hoy vive su momento más especial, profundizando el retorno al origen, la familia y la vida trascendental.

ESTA EDICIÓN SE ENFOCA EN EXPLORAR Y CELEBRAR PRÁCTICAS QUE REPRESENTAN LA MAGIA PARA NOSOTRAS, UNA CONEXIÓN ESPECIAL ENTRE EL ALMA Y LOS SENTIDOS. ¿PODRÍAS HABLARNOS SOBRE CÓMO HAS EXPERIMENTADO ESTA CONEXIÓN EN TU TRABAJO FOTOGRÁFICO?

Este proyecto en particular lo escribí justo cuando comenzó la pandemia. Anteriormente, realicé una pequeña exposición en AGO Projects sobre mi tierra, Tijuana, y parte de ella estaba relacionada con la exploración para este proyecto. Fue mi primer acercamiento a renombrar mi espacio de origen como una estructura.

Mi trabajo siempre ha sido una combinación de pensamiento e intuición, pero siempre me ha interesado este aspecto más intelectual. Aunque todavía me interesa, siempre busco un equilibrio entre ambos.

En esta serie en particular, decidí que todo fluyera. Hice un ejercicio breve de fotografía con mi iPhone y luego imprimí las fotos. Fue un ejercicio más ligero en comparación con mis proyectos anteriores; cuando entregué esta serie, justo coincidió con el inicio de la pandemia. En ese momento, noté cómo todo comenzaba a cerrarse y vi una oportunidad para tomar esas fotos en Tijuana. Me fui durante cinco días, terminé el texto y completé la serie. Esta coincidencia cerró mis planes perfectamente y comencé a escribir el texto de “Mar de Cortés”, que es el título del trabajo.

En ese momento, recibí una llamada telefónica informándome que una de mis mejores amigas había fallecido. Por lo tanto, cuando comencé a escribir el texto, se centró en ella, ya que era importante para el proyecto. Su nombre era Patricia Mendoza, y falleció en la noche, en un sueño. Ella amaba la luna llena y, en sus últimos años, recibió una importante herencia que le permitió viajar cada vez más, y cada vez sus viajes se volvieron más intensos y largos. Cada vez que regresaba, me contaba sobre sus viajes. Ella estaba buscando el índigo, el color índigo, que se encuentra y produce en diferentes lugares, viajó a Oaxaca, África, Japón, y participó en varios talleres.

El índigo es el color de la intuición, es el tercer ojo del sexto chakra. Siempre me pareció increíble que ella buscara el índigo de esta manera, haciendo estos viajes y dejando que las cosas sucedieran. Cuando ella falleció, retomé esta idea de ir al Mar de Cortés que tenía desde hace muchos años, su partida cambió mis planes, no cambió el proyecto en sí, pero sí la forma y la influencia que surgieron a partir de su partida. Era la esencia de la intuición que ella tenía y que manejaba en sus viajes, y este proyecto era sobre el viaje. A partir de ahí, comencé a escribir y luego recibí la beca. El proyecto comenzó aproximadamente un año después, y el primer viaje fue de reconocimiento. Fue un viaje en carretera en el que tuve guías que me acompañaron y conocían el lugar. Durante la pandemia, también estuve leyendo mucho sobre la sombra y explorando ese tema. Investigar mi propia sombra fue parte del proceso, y también estuve trabajando con el Lápiz, haciendo experimentos que tenían que ver con los fotógrafos surrealistas y la idea de la sombra como figura.

Fue durante ese primer viaje que comencé a ver las sombras en las imágenes que había producido, como un personaje más. Fue la primera vez en mi vida y en mi trabajo que vi eso, y fue una sorpresa agradable, entre otras cosas. Una de las fotos marcó el inicio del proyecto, y tocó algo dentro de mí, algo que no había explorado antes. A partir de ahí, comencé a hacer más viajes. Por ejemplo, el proyecto comenzó porque mi abuelo quedó huérfano en un pueblo llamado Santa Rosalía, en Baja California, frente al Mar de Cortés. Nunca había ido a Santa Rosalía, nunca había viajado por Baja California, y había tantas cosas que no había hecho. Este proyecto me dio el motivo para hacerlo y explorar estos territorios.

Además, en mi ciudad natal, Tijuana, como artista creativa, también sentí la necesidad de encontrar la creatividad y explorarla. Durante mis viajes, decidí buscar creadores, actores, bailarines y personas que estuvieran haciendo arte en estos lugares para que también fueran mis guías. En los primeros viajes, establecía fechas y veía quiénes estaban allí, dispuestos a participar en mi proyecto. Incluía actores, bailarines y, curiosamente, después de trabajar con Lápiz, también comencé a trabajar con actrices durante 3 o 4 años, ahí me di cuenta de que los actores tienen algo especial, algo que los diferencia de las personas comunes.

Durante mis viajes, también descubrí la historia de estos lugares. Santa Rosalía fue un pueblo que se formó cuando se descubrió cobre en la tierra. Concedieron una concesión a una compañía francesa, y un grupo de franceses con familias se mudaron allí. Se formó un pueblo francés en Baja California, y hasta el día de hoy, están orgullosos de su pasado francés. Los actores que encontré allí recrean imágenes de archivo de los franceses con trajes de la época y tomé fotos de estos personajes. En mi proyecto, siento que permito que la magia suceda. Realmente me sorprende lo que ocurre. No es que esté pidiendo algo específico, sino que busco personas creativas y los espacios que me abren y las oportunidades que me brindan, no podría habérmelo imaginado. Es algo que me gusta, ellos me llevan a descubrir y los espacios que me abren son sorpresas. Además, tienen una actitud lúdica, lo que significa que estamos dispuestos a experimentar y dejar fluir la creatividad.

Recuerdo mi primera visita a Tijuana, donde quedé con personas que apenas conocía en la esquina de Revolución con Tercera. Caminamos juntos y capturamos momentos en el camino. Fue una experiencia iluminadora, ya que siempre trabajo con luz natural en mis fotografías. En este proyecto en particular, evito el uso de flash, excepto en una ocasión en la que entramos a una mina en Santa Rosalía para tomarnos unas fotos.

Permitir que las cosas sucedan de forma natural ha sido clave en mi enfoque. A medida que descubro estos lugares nuevamente, honro mis propios recuerdos y encuentro nuevas formas de interpretarlos en colaboración con las personas que conozco. Es como si estos espacios me guiaran y, al mismo tiempo, se convirtieran en parte de mi memoria visual. Esta conexión entre el pasado y el presente es lo que impulsa mi pasión por este proyecto y me inspira a seguir explorando y creando.

EN LOS ÚLTIMOS AÑOS, ¿CÓMO HA EVOLUCIONADO TU EXPLORACIÓN ARTÍSTICA, A TRAVÉS DE ESTA SENSIBILIDAD ANTE LOS SUCESOS QUE OCURREN EN TU VIDA PERSONAL?

Creo que mi enfoque artístico es una mezcla de explorar el pasado y crear nuevas imágenes. A lo largo de mi carrera, he trabajado en proyectos con Lápiz, lo cual es bastante divertido. En el arte, a menudo nos encontramos con la situación en la que retomamos algo que exploramos al principio de nuestras carreras. Me ha sucedido varias veces, especialmente cuando comencé a experimentar con Lápiz en la naturaleza. Recuerdo que solía utilizar una cámara Mamiya c330 para retratar a mis amigas actrices y bailarinas. De repente, comencé a tomar las primeras fotos de mis amigas. En ese momento, sentí una familiaridad sorprendente y supe que había algo que debía continuar, algo que había comenzado hace mucho tiempo. Con este proyecto en particular, estoy descubriendo una conexión profunda con mi pasado. Me identifico con los lugares por los que camino, pero también estoy descubriendo nuevos lugares que aún no he explorado.

La luz y el desierto son elementos que conozco bien y que forman parte de este proyecto. Recientemente, estuve en Tijuana con mi familia. No fui específicamente a tomar fotografías, sino a pasar tiempo con mis hijos. Después de muchos años, volvimos todos juntos y, de alguna manera, ver Tijuana a través de sus ojos me hizo percibirlo de una forma distinta. Traté de explicarles que debían aceptar que su mamá tiene una naturaleza salvaje, pero al mismo tiempo, al observar esos lugares, sentí un sentido de pertenencia y origen. Cuando observo a la gente en Tijuana, veo una autenticidad muy mexicana. Si visitas el centro de la Ciudad de México, también puedes percibir esa autenticidad, pero allí cada uno va por su camino, ocupado en sus propios asuntos. En Tijuana, siento que hay una especie de energía salvaje y libre que me atrae. Me gusta y disfruto cómo la gente se comunica de manera ligera y rápida. Me reconozco en ese ambiente y lo disfruto plenamente.

¿CÓMO HAS ABORDADO EL ENTENDIMIENTO DE TU IDENTIDAD EN TUS AUTORRETRATOS, DURANTE ESTA NUEVA ETAPA DE TU VIDA?

Para mí, la exploración personal es una constante en mi trabajo. Siempre he tenido esa tendencia de investigarme a través de la práctica fotográfica. Sin embargo, en esta nueva etapa, he vuelto a centrarme en retratos que capturan gestos y la esencia misma de la naturaleza. Además, he estado reflexionando más sobre temas sociológicos que nos conciernen a todos.

Este proyecto en particular es especial para mí, debido a mi enfoque en la colaboración con otros. Proviniendo de un trasfondo documental, entiendo que la fotografía documental es un poco diferente, ya que se trata de observar lo que es, lo que existe en el mundo sin intervenir demasiado. En cambio, al trabajar en estas colaboraciones, siento que tengo más oportunidad de seguir mi intuición. Puedo plantear una dirección, pero luego observo lo que realmente está surgiendo.

Últimamente, he estado practicando yoga por mi cuenta, y algo que disfruto mucho de esta práctica es que el propio cuerpo te indica qué postura seguir. Solo tienes que escuchar y tratar de variarla, porque eventualmente se vuelve automático. De manera similar, cuando estoy tomando fotografías de alguien, a veces surge una idea de la nada y simplemente la expreso. Luego, analizo esa idea y un actor o bailarín puede interpretarla. Es como capturar el momento preciso.

¿CÓMO HA CAMBIADO TU RELACIÓN CON LA LUZ A LO LARGO DE TU CARRERA?

La fotografía es un momento de sensibilidad, una magia que no puedo explicar completamente lo que está sucediendo realmente. Creo que también es una cuestión de atención, ya que he aprendido con el tiempo que la luz es mi guía. Me dice dónde puedo tomar fotos, hacia dónde dirigirme. Con cada proyecto, le presto más atención a la luz natural, porque siempre está ahí, y a veces se ve increíble y otras veces no tanto. Si nos fijamos, es como cualquier cosa, pero también es la forma en que atraviesa un árbol, cómo toca el rostro. He estado más atenta y combinándolo con otras cosas, permitiendo que suceda, es como magia. Al prestar atención a lo que está presente, la luz se convierte en un personaje, es como cuando prestas atención a la persona que está contigo.

Recientemente, cuando estaba en Hermosillo, viví algo muy hermoso. Me conecté con el espacio y las personas, parecía que me transportaba, solo estaba observando lo que estaba sucediendo y caminando. Me llevaron a un espacio que quería investigar, un teatro. Estoy trabajando con actores y observando cómo se forman los grupos de teatro, y lo veo como una familia. Así que empecé a estudiarlo un poco también, para regresar a mis prácticas.

No sé si mis fotos son tan increíbles como yo las siento, pero estar allí y poder presenciarlas es maravilloso. Fuimos al mercado y pedimos el primer café, y simplemente observé cómo la luz iluminaba a un señor. Así funciona, les pido a las personas que se coloquen allí, ellos son los guías que nos llevan a probar cosas nuevas.

¿QUÉ ES LO QUE MÁS TE EMOCIONA CAPTURAR EN TUS FOTOGRAFÍAS? ¿ES LA VIDA, LA ENERGÍA, O ALGUNA EMOCIÓN EN PARTICULAR QUE TE RESULTE ESPECIALMENTE INTERESANTE DE TRANSMITIR CON TUS IMÁGENES?

Creo que es una combinación de emociones y belleza, de lo que encuentro que es hermoso. Naturalmente, cuando estas dos cosas encajan, es cuando se crea algo especial. A partir de numerosos momentos, comienzo a ver una secuencia de estas emociones que encuentro. En este proyecto en particular, estoy muy comprometida con la emoción, estoy honrando especialmente la orfandad y tratando de reconocerla y liberarla de alguna manera.

¿CREES QUE LA EXPERIENCIA DE LA ORFANDAD REPRESENTA UNA CRISIS EN TU VIDA, UN PUNTO DE PARTIDA CREATIVO?

Sí, creo que está relacionada con una especie de crisis. Con el paso del tiempo, mucha gente acude a terapia, y yo también lo hago. Sin embargo, recientemente he cambiado la terapia por la actuación, ya que siento que hay algo en relación con el cuerpo que tiene que ser explorado. En este momento, estoy en ese proceso de descubrimiento, y a veces me cuestiono por qué siento ciertas cosas y por qué algo me impide alcanzar mi plena sensación de estar logrando todo lo que quiero. Estos momentos surgen en la vida, y la orfandad realmente llegó a ser ese cuestionamiento para mí. No es necesario ser huérfano para experimentarlo; hay orfandades emocionales donde puedes vivir con tus padres, pero aún sientes esa sensación de orfandad debido a ciertas circunstancias aprendidas y heredadas. Mi pregunta inicial fue en qué acciones estoy cumpliendo con esa herencia y cómo puedo cambiarla para romper ese ciclo.

Además, tengo una tía que es la historiadora de la familia. Un día, le hablé para compartirle mi idea de visitar el lugar donde ocurrió el accidente en Santa Rosalía, donde falleció la familia el 13 de septiembre de 1931. Ese día siempre fue recordado por mi abuelo como el más feliz y triste de su vida, ya que el 13 de septiembre fue cuando ocurrió el accidente y también el día en que nació su primera hija años más tarde.

Decidimos ir a Santa Rosalía y visitar las tumbas como una forma de reconocimiento y conexión con nuestro pasado. Invité a mi tía y, sin pedirles mucho, todas mis familiares quisieron unirse. Juntas, son una alegría contagiosa. Cuando le comenté a mi madre que ya teníamos todo reservado y que estábamos investigando la vida de nuestro tatarabuelo, también decidimos visitar Mulegé.

¿ES UN PROYECTO CATÁRTICO?

Visualizo el proyecto como una forma de comunicar la sensación del desierto, esa fascinante combinación entre el desierto que rodea el mar. Recuerdo una caminata que hice desde el Pacífico hasta el Mar de Cortés, donde experimenté un desierto increíblemente verde y hermoso debido a las lluvias recientes. De alguna manera, siento que todos los caminos me llevan a la conclusión de que este territorio me está hablando de algo. Así, relaciono la idea de la orfandad como una carga que representa la supervivencia y la luz. Me gusta la idea de considerar estas herramientas artísticas como una forma de abordar la orfandad, estableciendo un contacto sanador y reconociendo que pueden ser parte de la sobrevivencia. Al comunicar esto a mis tías, me gustaría tener una guía que nos ayude a explorar este tema dentro de nuestros lazos familiares. Aunque hay cada vez menos personas que vivieron con ellos o los conocieron, debido a que esto ocurrió hace casi cien años; aún hay personas que han escuchado hablar de esta historia y que conocen los apellidos Perseveu, ya que se quedaron huérfanos.

Encuentro muy hermoso que todas estén dispuestas a vivir esto en diferentes etapas de sus vidas y ver qué surge de ello.

¿CÓMO RECUPERAS LA FE EN EL ARTE CUANDO LA PIERDES?

Mientras siga tomando fotos, no pierdo la fe.

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