Re-enchantment
Entrevista con Oona Doyla
(CULTURE)
Nerites, Ariana Papademetropoulos, 2023

RE-ENCHANTMENT SURGE COMO UNA REVELACIÓN EN EL PANORAMA DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN THADDAEUS ROPAC, PANTIN, PARIS. ESTE ACONTECIMIENTO CULTURAL SE MANIFIESTA COMO UN ACTO DE ALQUIMIA, FUSIONANDO LO ESOTÉRICO CON LO TANGIBLE, EN UN TAPIZ FASCINANTE DE CREATIVIDAD. EN EL CENTRO DE ESTA EXPERIENCIA TRANSGRESORA, SE ENCUENTRA OONA, LA CURADORA VISIONARIA CUYA AGUDEZA SENSORIAL HA ENTRELAZADO LA MODERNIDAD Y LO MÍSTICO, PARA DAR VIDA A ESTA ECLÉCTICA EXHIBICIÓN.

LA CURADURÍA EN ESTE CASO, FUE UNA PRÁCTICA POÉTICA QUE BUSCA DESENTRAÑAR MÚLTIPLES SIGNIFICADOS Y RESONANCIAS, DANDO COMO RESULTADO UNA INVITACIÓN A LOS ESPECTADORES A EXPLORAR LAS PROFUNDIDADES DE UN MUNDO QUE TRASCIENDE LO COTIDIANO, DESAFIANDO LAS LIMITACIONES DE LA ERA DIGITAL.

Nerites, Ariana Papademetropoulos, 2023. Ombre, Wanda Mihuleac, 1976-78

RE-ENCHANTMENT ES UNA EXPOSICIÓN QUE RESONÓ CON VARIOS TEMAS EN LOS QUE HEMOS ESTADO PROFUNDIZANDO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS EN DNA: LA MAGIA, LO ONÍRICO, LA RECONEXIÓN CON LA SENSIBILIDAD DE LA ENERGÍA FEMENINA Y LA CRISIS DE LA DESHUMANIZACIÓN.

¿QUÉ TE LLEVÓ A CONCEPTUALIZAR LA EXPOSICIÓN BAJO ESTOS TEMAS?

He observado que, desde hace una década, cada vez más personas parecen redescubrir la astrología, el pensamiento mágico —que frecuentemente implica impregnar la realidad con pensamientos y deseos—, la cartomancia y los procesos ritualizados. Empecé a investigar cómo estos intereses se reflejan en la pintura actual. Este análisis se expandió posteriormente a un mapeo de este nuevo giro cultural que me gustaría describir con el término re- enchantment (reencantamiento).

Re-enchantment es un término relativamente reciente; fue acuñado en el diccionario de Oxford en el año 2000. Escribo poesía y esta es una parte fundamental de mi trabajo como curadora, influenciando significativamente mi enfoque. Suelo partir de una palabra específica que despliega múltiples significados y resonancias para luego explorar cómo resuena con los artistas que investigo. Generalmente, el concepto de enchantment (encanto) se asocia con caer bajo el hechizo de influencias mágicas; es ver el mundo realzado o en un estado extático. Esta idea incluye la noción de “canto”, y encantar el mundo es, en esencia, hacerlo vibrar con poesía. Al añadir el prefijo re-, se sugiere un acto de reparación de una realidad a menudo percibida como “desencantada”. Cada persona puede tener su propia interpretación de lo que significa este desencantamiento. Para el sociólogo Max Weber, por ejemplo, se refiere a un proceso donde todo se vuelve explicativo y material, lo que nos aleja del sentido de la vida y nos ciega ante la magia que impregna nuestro entorno.

Al superponer la realidad con los sueños, infundirla con imaginación, visualizar procesos de transformación y adoptar una ética ecológica que privilegia la colaboración con la materia viva en vez de su instrumentalización, los artistas de esta exposición no solo ofrecen nuevas perspectivas, sino que también despiertan un sentido de asombro al experimentar con nuevas formas de creación.

HAY UN ASPECTO PROFUNDAMENTE ESPIRITUAL EN LA CONEXIÓN ENTRE LOS ARTISTAS QUE ELEGISTE; ¿CÓMO DESARROLLASTE ESA SELECCIÓN?

Sí, esta curaduría se inspira en la atención a materiales imbuidos de vida, espíritu e historia. Shuyi Cao incorpora piedras procedentes de un lugar sagrado en China, el monte Kunlun, hogar de divinidades según la mitología china. Incluye también escamas de pescado halladas en la playa, que al ser iluminadas se asemejan a lunas. Olga Grotova crea sus propios pigmentos con tierra y minerales, como la hematita, conocida como “piedra de sangre” por el color rojo que otorga a los ríos. Asi mismo, integra plantas y tierra de antiguos campos en Kazajistán, donde su abuela y bisabuela, junto a miles de mujeres de la extinta Unión Soviética, fueron sometidas a trabajos forzados. Sus obras multicapa, rinden tributo a estas historias de mujeres invisibilizadas. Bianca Bondi, concibió un paisaje onírico similar a un desierto, el cual está en un proceso de cristalización. Las formas circulares de sus cuencos de latón llenos de soluciones químicas, evocan una antigua técnica de adivinación en la que las visiones emergen en superficies reflectantes, como el agua o los espejos, conectándonos con lo invisible y lo extrasensorial.

Obra de Shuyi Cao y Ariana Papademetropoulos. Obra de Gawęda and Eglė Kulbokaitė. Incantare, Bianca Bondi, 2024. Drzewo, Teresa Pągowska, 1989

¿CONSIDERAS QUE TU APROXIMACIÓN A LA MAGIA TIENE RAÍCES EN LA ESPIRITUALIDAD?

Diría que surge de la poesía y la lógica de los sueños, las cuales promueven la asociación y transformación, más allá de la racionalidad. En la exposición, algunos artistas muestran también su fascinación por la mitología como medio para comprender el mundo, indagando en las diversas narrativas que poblan nuestra realidad; por ejemplo, el dúo Dorota Gaweda & Eglè Kulbokaitè se inspiró en Południca, entidad mitológica sin forma definida, transparente, que adopta la apariencia de lo que encuentra a su paso. Esta figura, que acecha a los trabajadores del campo, representa para las artistas una manifestación de nuestras ansiedades socio-ecológicas.

Manuel Mathieu considera la pintura como una forma de aparición espectral. Su interés por el poder espiritual del arte se ve parcialmente inspirado por la escuela haitiana Saint-Soleil (fundada en 1973), un movimiento artístico profundamente influenciado por la religión vudú, que concibe la pintura como un medio para establecer contacto con los espíritus.

¿QUÉ SIGNIFICA PARA TI LA MAGIA? ¿CREES QUE GUARDA RELACIÓN CON LA FE?

Cuando pienso en magia, imagino aquello que sorprende nuestros sentidos, lo nunca antes visto, así como aquello profundamente sentido pero indescriptible; en este sentido, la magia puede vincularse con la fe. Nos permite redescubrir nuestro entorno, verlo con nuevos ojos y abrirnos a la posibilidad de transformación. Teresa Pagowska presenta una serie titulada Magic Group, donde la transformación es constante: de figura humana a felino, de felino a sombra. Sus obras son enigmas, un juego entre lo oculto y lo revelado. Asi mismo, cuando pienso en magia, también pienso en las chispas que centellean en las pinturas de Ariana Papademetropoulos; es como si algo cobrara vida. En la sala final de la exposición, la luz natural se entrelaza con las obras, animándolas y promoviendo un proceso de encantamiento.

Les désenchantés, Manuel Mathieu, 2024. Bies II, Teresa Pągowska, 1970

A MEDIDA QUE NOS ADENTRAMOS EN UNA DUALIDAD DIGITALIZACIÓN-HUMANIDAD —LO CUAL ESTAMOS EXPERIMENTANDO—, MÁS SENTIMOS ESE EXTREMO DE LA PÉRDIDA DEL ESPÍRITU Y LA BÚSQUEDA DE ESTE MISMO; POR ELLO, LA EXPERIENCIA DE RE-ENCHANTMENT ME HIZO SENTIR ACOMPAÑADA EN ESTA NECESIDAD DE APERTURA HACIA LO ONÍRICO Y UNA REALIDAD MÁS AUTÉNTICA Y CONECTADA CON LA NATURALEZA.

¿CÓMO VIVES ESTAS NECESIDADES Y CÓMO DESEABAS REPRESENTARLAS EN ESTA EXPOSICIÓN?

Efectivamente, vivimos inmersos en la digitalización, nuestra realidad se entreteje con lo virtual, modelando nuestra existencia. La instalación tipo espejismo de Dorota Gaweda & Eglè Kulbokaitè ilustra esta idea, destacando la imbricación del espacio digital en nuestra percepción del mundo, influenciando nuestros comportamientos e imaginarios. Aprecio mucho estás prácticas tan conscientes de ello.

Al mismo tiempo, este tecnorrealismo se manifiesta en la obra Invitation de Ariana Papademetropoulos, donde elementos naturales parecen adquirir una cualidad casi holográfica. Sus trabajos exploran la fusión entre los reinos mineral, vegetal y animal con la presencia humana, sugiriendo una sed de conexión profunda con la naturaleza. Pero además del sentido mágico en el concepto de reencantamiento, la visión política y ecológica de Silvia Federici propone otra interpretación del término, enfocada en la reconstrucción de nuestras vidas en armonía con otros seres, incluyendo animales, cuerpos de agua y plantas. Esta perspectiva nos invita a redescubrir mundos no como utopías distantes, sino en el corazón de nuestra realidad cotidiana, colaborando creativamente con el entorno. Así, en sus poemas, Wanda Mihuleac emplea materiales que evocan las palabras mismas: sombra con sombra, fuego con humo y brasas, agua con gotas de agua, enriqueciendo nuestra experiencia sensorial y conceptual de la exposición.

VEMOS EN LA EXPOSICIÓN VARIOS ELEMENTOS DE LA NATURALEZA; COMO PIEDRAS, ARENA Y HONGOS. ES INTERESANTE APRECIARLAS COMO SI PERTENECIERAN A UN ÁMBITO SURREALISTA, A PESAR DE SER PARTE DE LA TIERRA. SE EMPIEZAN A PERCIBIR COMO OBJETOS DE OTRO UNIVERSO. ¿CÓMO CONCIBES ESTE ASPECTO ESCULTÓRICO?

En efecto, considero que este fenómeno se manifiesta de manera particular en la obra de Angelika Loderer, quien crea en conjunto con el micelio aéreo de hongos recolectados en pantanos austriacos. Este micelio, parte de una extensa red subterránea, facilita la comunicación entre las plantas, conocida metafóricamente como la “Red Amplia de Madera” (Wood Wide Web). Loderer incorpora este micelio en fotografías alojadas en marcos de vidrio, convirtiéndolas en terrarios. Con el paso de las semanas y los meses, el micelio crece, alterando las fotografías; los tintes se entremezclan, emergiendo formas y patrones abstractos. Por otro lado, las esculturas de Shuyi Cao, aunque remiten a seres fantásticos, están compuestas por conchas, minerales, vidrio marino y madera a la deriva, entre otros elementos hallados en las orillas de una playa utilizada como vertedero.

Exposure (7), Angelika Loderer, 2024. Exposure (11), Angelika Loderer, 2024. Every name carries a deity (moon catcher), Shuyi Cao, 2023

Tu reflexión me lleva a pensar en los colores neón intensos de las auroras boreales, que distorsionan el cielo recordándonos la presencia de lo fantástico y mágico en la naturaleza. Desde tonalidades de verde intenso, hasta la inversión de colores, las auroras parecen adoptar matices casi digitales, aunque estos colores son innatos a las maravillas naturales. En esta misma línea, Teresa Pągowska incorpora exquisitos toques de rosa neón en sus obras de mediados de los noventa y la primera década del 2000. Esta exposición revela cómo el ámbito de los sueños y la mitificación fantástica, pueden ser vías de escape de un realismo excesivamente tecnologizado o industrializado. A la par, desde mi perspectiva, la exposición lleva implícito un subtexto feminista, al incluir a nueve mujeres y un hombre, desafiando una sociedad que tradicionalmente ha priorizado la visión masculina; frente a esta realidad patriarcal, el espacio onírico se ofrece como un espacio de liberación de imposiciones lógicas preestablecidas.

CON RELACIÓN A LA INTENSA DIGITALIZACIÓN QUE VIVIMOS, ¿CONSIDERAS QUE AFECTA NUESTRA CAPACIDAD DE SENSIBILIZARNOS A TRAVÉS DEL ARTE?

La digitalización, a mi juicio, abre un nuevo campo de exploración para los artistas, y resulta fascinante observar cómo una obra de arte puede multiplicarse en innumerables versiones que circulan en el espacio virtual. No obstante, esta exposición desafía la digitalización debido a su riqueza en transparencias, aromas y obras que se transforman con el tiempo, o varían con la luz. Por lo tanto, las piezas presentes aquí resaltan más por su presencia tangible, que por cualquier reproducción digital.

¿REFLEJA LA SELECCIÓN DE ARTISTAS EN LA EXPOSICIÓN LA INFLUENCIA DE ESE PODER CREATIVO QUE INSPIRA INFINITAS POSIBILIDADES?

Sin duda, la curaduría de esta muestra es eminentemente caleidoscópica y multidimensional. Resulta intrigante observar cómo la perspectiva lineal, que tradicionalmente establece un único punto de vista, pierde preponderancia, permitiendo que los artistas incorporen diversos espacios dentro de una misma obra, lo cual refleja la omnipresencia de lo virtual en nuestra existencia. Este enfoque invita a ampliar nuestras perspectivas y a descolonizar nuestro pensamiento.

Teresa Pagowska nos presenta una figura boca abajo, contemplando el mundo mientras su silueta se replica en el paisaje. En sus obras, las sutiles inversiones y transiciones permiten que sus figuras se integren tanto con el entorno animal, como con el medio ambiente circundante. Por su parte, mediante un proceso de estratificación y superposición, Olga Grotova invita al espectador a deambular visualmente por el lienzo, que parece abarcar múltiples espacios y temporalidades. Manuel Mathieu, a través de un juego de colores y texturas, altera constantemente su enfoque hasta que surge una imagen reveladora. Ariana Papademetropoulos, contrastando el blanco y negro con el color, superpone dos perspectivas, dos realidades: un interior modernista, frente a una visión imaginaria y sensorial. Bianca Bondi se sumerge en lo imperceptible, fascinada por la infinidad de mundos internos y la geometría sagrada que descubrimos al observar plantas o cristales a través del microscopio.

VARIAS DE LAS PIEZAS EXHIBEN UN FUERTE DESEO DE CONEXIÓN; PARA TI, ¿CUÁL SERÍA EL VÍNCULO PRINCIPAL ENTRE LOS ARTISTAS DE ESTA EXPOSICIÓN?

Desde el comienzo de la exposición, he querido incluir los poemas de Wanda Mihuleac. Me fascina la idea de que estas palabras encapsulan y transmiten algunos de los temas fundamentales de la muestra, estableciendo puentes entre las distintas obras; conceptos como “agua”, “sombra”, “fuego”, “reflejo” y “hendidura” (palabra cargada de feminidad) se esparcen a lo largo de la exposición, como las cipselas de un diente de león.

EN CUANTO A TU ELEMENTO FAVORITO DE LA NATURALEZA, ¿CÓMO CREES QUE HAS LOGRADO INTEGRARLO EN RE-ENCHANTMENT?

Esta pregunta me deleita. Optaría por el agua, en todas sus manifestaciones: líquida, vaporosa o en estado sólido como cristal. Me resuenan profundamente los principios del hidrofeminismo, propuestos por Astrida Neimanis. Somos, en esencia, cuerpos de agua, intrínsecamente conectados con el planeta acuático a través de un continuum líquido.

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